jueves, 2 de febrero de 2012

La mutación de Cristina

Hace algunas semanas me encontraba en el brindis de fin de año de la nueva y controversial Secretaría de Comercio Exterior presidida por Beatriz Paglieri, y como era previsible entre los anfitriones se encontraba el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno. Como no fue sorpresa su presencia, tampoco lo fue el momento en que comenzó su discurso y tomó las riendas de la reunión defendiendo los últimos años de gestión y enfatizando la palabra “modelo”.

Durante su discurso (a mi criterio un tanto, por no decir completamente, descocado para un contexto festivo), rescaté frases como “este no es un modelo con metas de inflación” (citando palabras textuales de la primera mandataria) y otras más largas y ricas como “yo soy un soldado del modelo, y a mi la presidenta me ha dado la misión de defender una colina llamada balanza comercial”.

Más allá del entusiasmo de sus frases, el convencimiento que mostraba en su discurso y el terror que me causaba que compare todo esto con una guerra a través de la palabra “soldado”, note que el señor secretario se empeño no solo a defender el modelo, si no también a defender su postura y posición dentro de este aparato gubernamental. Es de esperarse: fue un personaje muy controversial y hoy es, potenciado por la mutación de Cristina, uno de los personajes no solo más nombrados, si no también más poderosos de este país.




La Mutación

Con las elecciones en el bolsillo era el tiempo de los ajustes. La mayoría lo esperaba. Y así fue. Si el pago de la deuda es imposible a través de reservas y el gobierno se niega a devaluar el tipo de cambio para evitar una corrida hacia el dólar, entonces es hora de aumentar la recaudación fiscal a través de la quita de subsidios. Primero se los comenzaron a quitar a las clases pudientes, pero como sabemos que eso no mueve la aguja de la recaudación, el gobierno fue por más. El siguiente paso fue transferir el subte a la ciudad y tirarle el “muerto” a la ineficiente administración del PRO que no tuvo más remedio que aumentar el boleto. Luego,  aunque demorado por la operación de la presidenta, el gobierno anunció quitas de subsidios y aumento de boletos en los colectivos y peajes y dejar sin ayuda estatal a una de las industrias más decadentes de la administración K: la energía, entre otras.

Paralelo a todo esto, hay un problema que si bien “este modelo no tiene metas” para esta cuestión, es en ultima instancia la causante de la mayoría de los problemas económicos de este país: la inflación.

Con el aumento de los servicios públicos, esto presiona sobre la negociación de paritarias en los primeros meses del año y de aumentar los salarios al mismo nivel, el índice de inflación se iría por las nubles(según parece ser el razonamiento de la administración nacional). No cabe ninguna duda entonces: había que enemistarse lo más rápido posible con Hugo Moyano y desarticular la alianza CGT – Gobierno Nacional que alguna vez supieron mantener. Pero eso no alcanzó: el Gobierno creo una comisión interministerial para controlar la rentabilidad de los diferentes sectores y de esta manera regular las subas de salarios ajustándolas a los intereses empresariales y no a los índices de inflación, ni siquiera los oficiales.

La administración K que supo tener un modelo de crecimiento por demanda aumentando los salarios y con una creciente rentabilidad empresarial, hoy muestra signos de flaqueza. Los compromisos de la deuda y los desajustes sobre el tipo de cambio causado por varios años de inflación deterioraron el saldo comercial con el exterior y atentan contra las reservas internacionales del BCRA. El panorama no es oscuro, pero si preocupante: los ajustes monetarios y fiscales dejan en evidencia la fragilidad de la economía argentina y fundamentalmente de su dependencia con el exterior.

Las pruebas de la decadencia en la administración están a la vista: Lorenzino y Giorgi son un ministros inexistentes, los ministerios de Industria, Economía y Chancillería son un caos debido a la creación de la nueva Secretaría que aglutina todas las funciones de Comercio Exterior, Echegaray y Moreno se pelean por ver quien pone más restricciones a la importación de bienes y el Mercosur se debilita como Bloque debido a las diferencias comerciales que existen entre sus miembros.

Se vienen años un tanto complicados, el mismo Moreno en su discurso lo dijo. Aplaudamos los éxitos y critiquemos las falencias de la administración K hasta el momento, pero nunca dejemos de mirar hacia delante porque aún queda por delante casi 4 años de una Cristina que ha mutado y que aplica inyecciones ortodoxas a una economía que, dese la asunción de Néstor,  se ha caracterizado mayoritariamente por su heterodoxia.

Un saludo!

Alejandro Tomás Scasserra