El titulo es algo curioso. Después de todo mi pedido es algo
incomodo: los números impares son más difíciles de sumar, restar, multiplicar y
dividir.
No es que tenga bronca contra los ceros, dos, cuatros, seis
y ochos. No muchachos, no tengo nada personal contra ustedes. Simplemente que
preferiría dejarlos de lado por hoy, pero no por culpa suya, simplemente porque
alguien no les está dándole la importancia que ustedes merecen.
Ojala que en Argentina siempre sea año impar: paso a
explicar.
En el mes de Julio de 2015 la construcción aumento un 12,7%
(Indec), cifra récord
en el sector. Sin embargo cuando vemos el mismo informe del organismo de
estadística vemos que solo el 7,7% de las empresas que se dedican a la obra
privada piensa que la actividad de su empresa va a aumentar y el 27.1% de las
empresas que se dedican a la obra pública piensa que su actividad va crecer.
Si
bien habría que analizar caso por caso a los encuestados, el escepticismo sobre
el futuro no es sorprendente, y estoy convencido que si les consultaran sobre
el año próximo, el nivel de expectativa seria aún más desfavorable.
La
construcción es un arma electoral. El gobierno (intendencias, municipios,
provincias, estado nacional) aumenta la ejecución y ritmo de obra pública en
años electorales para atraer a los votantes. Se esfuerzan por terminar rutas,
calles, edificios y puentes como demostración de una gestión activa.
Este
aumento de actividad también influye en el mercado de trabajo del sector. Sin
ir más lejos, si miramos los últimos años, vemos una marcada tendencia en la
suba de empleo en el sector en los años impares (2008 y 2009 son caso atípicos
por la crisis internacional). También vemos picos en los años 2011 y 2015
(campaña presidencial).
Promedio obtenido en base a informe INDEC
La construcción es uno de los sectores más dinámicos de la economía,
no solo porque moviliza de forma indirecta a otros sectores como por ejemplo la
industria del acero, la fabricación de electrodomésticos, el transporte de
cargas, la fabricación de materiales para la construcción, desarrolla el conocimiento
especifico en la materia; sino que además da como resultado la creación de
obras que permiten el desarrollo de regiones más distantes, mayor facilidad
para recorrer distancias, soluciona problemas habitacionales, genera energía,
etc.
Lamentablemente, como dijimos antes, la construcción se
utiliza con fines electorales, y da la casualidad que en Argentina estos años siempre
caen los años impares.
Sería bueno que en vez de desarrollar este tipo de proyectos
para ganar una elección, nuestro país tenga una política de estado activa en
materia de infraestructura y vivienda. No proyectos circunstanciales para sacar
provecho solo el día de la inauguración cuando los fotógrafos se apostan para
retratar el momento.
O solucionémoslo de otra manera.
Hagamos que en argentina siempre sea año impar.