jueves, 20 de diciembre de 2012

El Mercantilismo, el Comercio Internacional y Jack Sparrow.


Hoy envío este articulo desde mi lugar de vacaciones en la ciudad de San Carlos de Bariloche en donde el tiempo está bastante feo y me da lugar para hacerles llegar un nuevo artículo y que sigamos charlando sobre estos temas.

En esta oportunidad les voy a acercar un tema que mucho tiene que ver con historia, en la cual no soy experto por eso pido disculpas si cometo algún error de imprecisión.
En el artículo anterior hablamos un poco sobre los  lineamientos generales de las ideas de Marx, hoy vamos a hablar de ideas que se gestaron antes que él  y que sus compañeros clásicos, las cuales fueron definidas como “las primeras teorías del comercio internacional”.

Si bien el comercio es una de las practicas humanas más antiguas, se dice que las ideas Mercantilistas son las primeras teorías del comercio porque se desarrollaron luego de la edad media en un mundo cambiante con viejas monarquías que volvían a consolidarse y con un escenario mundial en el que ahora formaba parte también el continente americano y el extremo oriente. Además, estas ideas dieron origen a todo el resto de teorías y prácticas que se dieron posteriormente.

Ustedes saben que el Oro y la Plata siempre han sido considerados metales valiosos para el ser humano. Son brillantes, atractivos, duraderos y escasos. Estas características han hecho que muchas veces estos metales se tomen como medio de intercambio y como forma de acumulación de riqueza.

Hacia el siglo XVI Colón ya había pisado América y el proceso de colonización había comenzado. Las poderosas naciones europeas con monarquías que habían restaurado su poder político se lanzaron a la caza del nuevo  mundo encontrando en él una tremenda reserva de metales preciosos, recursos naturales y esclavos. En este contexto, esas naciones se vieron obligadas a hacerse dueñas o, al menos, tener la capacidad de competir en el mar para estar adentro del salón mientras se contaba la torta. Los reyes de Europa comenzaron a invertir el oro colonial transformándolo en barcos de guerra y ejércitos para poder hacerles frente a sus competidores europeos.




A medida que pasaba el tiempo y el  tráfico de oro de las colonias hacia Europa se intensificaba, iba creciendo también la idea de que el factor que determinaba la riqueza de una nación era su capacidad de acumulación de metales preciosos (llamados “especie”). Por lo que se barajaron una serie de teorías en base a esta idea las cuales eran:

- Como la cantidad de metal es limitada, una nación poderosa debía mantener un nivel de balanza comercial siempre positiva respecto de los demás países puesto que así lograría una mayor acumulación. Las ideas mercantilistas se basaban en un supuesto de juego de suma cero, o sea que lo que ganaba uno lo perdía el otro.
- Como la tesis mercantilista actúa bajo el supuesto implícito de que la economía se encuentra siempre bajo el nivel de pleno empleo, cualquier aumento de la cantidad de circulante (especie), aumentaba la cantidad de producción y empleo.
- El estado debía tener total regulación sobre la economía, para tener la posibilidad de implementar medidas restrictivas al comercio cuando se detectara un desequilibrio en la balanza o aplicar la pena de muerte cuando se intentara contrabandear especie.
- De haber importación de bienes, estos debían ser primarios para permitir la elaboración de manufacturas exportables.
- Al considerarse al trabajo como el principal factor de producción dela economía, el salario debía mantenerse a niveles bajos con el fin de reducir el costo de producción y lograr una mayor competitividad internacional.
- El poder de una nación se basaba en la cantidad de especie que poseía y el tamaño de su ejército y flota.

Personajes como Jack Sparrow y los “Piratas del Caribe” son contemporáneos a esta época, en la cual el tráfico de especie permitió a estos piratas lanzarse a la mar y hacerse con los tesoros coloniales. De hecho en la película se observa muy bien el poderío de la flota de colonización inglesa y los ejércitos que mantenía en esos territorios. Curiosamente, muchos piratas y corsarios eran subsidiados por la corona inglesa para robar barcos de tráfico español, tal cual ocurre con Barbosa en la 4ta secuela, obviamente con menos fantasía y misticismo.

Años más tarde y en contraposición a las ideas mercantilistas, los primeros autores clásicos como David Hume y Adam Smith minaron los cimientos teóricos mercantilistas con la idea de que todas las naciones se benefician del comercio si el estado deja de regular el mismo, incorporando la idea del pleno empleo y la capacidad productiva como fuente de riqueza para una nación Estas nuevas ideas desarrollaron las teorías que más influyeron en el siglo XVIII y principios del XIX, pero eso es otro capítulo de esta historia.


Saludos!


Alejandro Tomás Scasserra

sábado, 1 de diciembre de 2012

Los Engranajes de la Maquinaria

"...all in all you're just another brick in the wall..." - Pink Floyd
 
 
Pepe va a buscar trabajo. El necesita ganar 100 Econometrónes cada mes porque debe mantener a una familia y después de unos días de andar deambulando por la ciudad tiene la suerte de tomarse con una empresa que fabrica Piringunchos la cual está dispuesta a pagarle lo que el buscaba. 100 Econometrónes le alcanzan para pagar el alquiler, la comida, la luz, el gas y el agua y no sobra ni 1 solo centavo.
 
Contento por la situación en la que está, Pepe empieza a trabajar con ganas, dispuesto a dar todo para estar bien en su trabajo. Pero al cabo de una semana ve que el trabajo es muy duro, y que él solo todos los días hace el trabajo de 2 personas, cargando, ensamblando y moldeando gran cantidad de Piringunchos.
 
Agotado luego de varios meses comienza a escuchar cosas adentro de la empresa, por ejemplo, el precio al que se venden los Piringunchos o lo rico que es el patrón. Una simple cuenta de su alma curiosa lo lleva a ver la realidad: la fábrica crea 1500 Piringunchos por día que se venden a 10 Econometrónes cada uno y el costo de producción es de 5 Econometrónes cada uno + 1 Econometrón de impuestos, por lo que el patrón está ganando 6000 Econometrónes limpios al día, o sea, 120.000 Econometrónes al mes.
 
El empleador además paga a sus 200 empleados de la fábrica 100 Econometrónes a cada uno, o sea, 20.000 Econometrónes en total. Por lo tanto pepe llegó rápidamente a la conclusión que mientras él trabajaba incansablemente su patrón se enriquecía 1000 veces más que él todos los meses a costa de su espalda y su salud, y ademas era esclavo de esa realidad por necesitar las migajas de la producción para alimentar a su familia.
 
 
Esta historia de trabajo, esperanza, cálculos y realidades es nada más ni nada menos que Plusvalia Marxista. Como para Marx el valor de los bienes se determina por la cantidad de trabajo socialmente necesario, o sea, la cantidad de horas promedio que se necesitan para la creación de un bien, cada 1000 horas que trabaja pepe, su patrón le pagará solo 1.
 
 
Marx define la Plusvalia como “todo el valor que el trabajador entrega a las manos del capitalista sin recibir nada a cambio por ello”.
 

 
Carl Marx
 
Genio (si los hay), filósofo, sociólogo, economista y militante. Fue el mayor descriptor del sistema capitalista poniendo en evidencia las bases de su funcionamiento y conceptualizando las diferentes partes del mismo. Habiendo vivido casi todo el siglo 19, vio como un sistema capitalista en plena adolescencia creaba relaciones de producción en las cuales el “burgués” se enriquecía mientras que el “proletario” vivía miserablemente a nivel de subsistencia. Habiendo comenzado la revolución industrial, masas de población migraban a las grandes urbes buscando trabajo y esto dio pie a esas relaciones que establecía Charly.
 
 
Estableció, además, la forma de acumulación de lo que él llama capital (todo valor con capacidad de valorizarse), y manifiesta abiertamente las injusticias se producen por el poder del mismo. Él describe que bajo el esquema de trabajo que vive Pepe, el capitalista se apropia de casi todo el valor generado por Pepe y lo reinvierte generando mayor capacidad productiva que le permite, a su vez, generar mayor cantidad de capital. Esta dinámica Marx la llamo Acumulación Capitalista, y es el principio básico por el cual se establecen las relaciones de trabajo y producción dentro del sistema.
 
Pero como dijimos antes, Marx no era solamente un economista, sino mucho más. Él sabía muy bien que un trabajador renunciando a la explotación no puede deterner la acumulación porque detras de él hay otro trabajador sin empleo dispuesto a ser explotado debido a la necesidad que la sociedad tiene de obtener el medio de intercambio necesario para su subsistencia. Por lo tanto solamente el proletariado unido podía cambiar las relaciones de producción y empleo. Dentro de su lógica dialéctica, Marx determina dos clases sociales bien marcadas las cuales ya mencionamos: el proletariado y la burguesía. Él sostenía que a lo largo de la historia se dieron numerosas revoluciones en las cuales la clase dominada derroca a la clase dominante para convertirse la primera en la nueva clase dominante, dándose este proceso una y otra vez. Sin embargo el observa que el proletariado bajo este esquema económico/social, está lo suficientemente madura como para poder realizar la Revolución Socialista, en la cual no se generaría una nueva relación de dominante-dominado, si no que todos vivirían pajo la misma riqueza material.


 
La historia muestra lo contrario
 
Con el transcurso de los años no hay sociedad que aguante una acumulación semejante. El sindicalismo, los movimientos obreros y las crisis económicas parecían darle el visto bueno a la utopía marxista, sin embargo el sistema capitalista que antes adolecía fue madurando y creo una clase social con la cual Marx no contaba: la clase media.
 
El capitalismo creo una clase con capacidad de consumo y una cierta versatilidad económica a través de buenos salarios, planes sociales y regulaciones gubernamentales que permitió una mayor acumulación capitalista y un crecimiento de la riqueza del asalariado promedio que se despegaba del nivel de subsistencia.
 
La crisis de 1929 y la gran depresión que comento en 1930 se produjeron porque los grandes capitalistas producían gran cantidad de bienes con el fin de lograr una mayor acumulación pero se encontraron con que no podían vender esa producción porque la mayoría de los salarios en la economía estaban apenas por encima del nivel de subsistencia. Caos, desempleo, cierre de fábricas y como siempre la clase baja pagando los platos rotos.

 
A partir de ese momento y habiendo pasado por la mayor crisis que vivió el capitalismo en sus cortos 300/400 años, se gestó la clase media que permitió un mayor intercambio de mercancías y un aumento de la acumulación capitalista burguesa.


 
Todo sigue igual
 
Con clases media o sin ella, con regulaciones gubernamentales o sin ellas, con mayor tecnología o sin ella... todo sigue igual.
 
La acumulación de unos pocos sobre la masa trabajadora sigue con su maquinaria predatoria chupándole la sangre a los que generan valor. El salario es la sangre de la economía y el capitalista es el vampiro que intenta quedarse con la mayor parte posible. Muchos están cómodos así y hasta justificarían esta dinámica principalmente con el argumento del “riesgo y la inversión del emprendedor”, sin embargo la injusticia sigue sobre aquellos que diariamente ponen sus manos y su mente al servicio del capital.
 
No hay salario ni relación de producción que justifique que un ser humano se enriquezca en detrimento de otro ser humano, y menos cuando el más carenciado se ve obligado a entrar en esta dinámica para poder subsistir y consumir mayor cantidad de bienes.
 
La palabra “mercado” es una mentira que nos han vendido los teóricos del capitalismo como una manera de justificar que la “ley” de la oferta y la demanda determinan si una persona o un grupo de ellas son más pobres o más ricas. Fenómenos como la inflación, la puja distributiva, la búsqueda de economías de escala, el perfeccionamiento técnico en detrimento del empleo, la pérdida de poder del estado en manos del capital, la sobrexigencia del trabajador como individuo y como sociedad o la destrucción del medio ambiente son solo formas de acrecentar la riqueza de aquellos que tienen la potencialidad de hacerlo, avivando nuevamente el fuego de la injusticia, el egoísmo, la avaricia, la pobreza y la polarización de la humanidad en tanto sociedad.
 
 
Y lamentablemente, debido a la pobre educación que recibió por parte de esta maquinaria acumulativa, si Pepe pudiera leer esto probablemente no lo entendería.


 
Saludos!

 
 
Alejandro Tomás Scasserra
 
 
PD: Un poco de humor para el terminar:
 
 
 

jueves, 22 de noviembre de 2012

El Shopping Gigante y la Deuda del Pizzero.

El mundo visto desde el punto de vista del comercio internacional es como un gigantesco shopping donde se agrupan los minoristas, los mayoristas y los proveedores todos en un solo lugar. Un lugar donde podemos comprar de todo. Algunas cosas más caras o más baratas, otras de mayor o inferior calidad.  Algunas en mayor cantidad y otras en menos. Es un gran shopping donde los únicos compradores que hay son los propios dueños y empleados de los locales del shopping y forman entre ellos cadenas de producción y consumo.

Cualquier local que se encuentre en un shopping tiene un objetivo: obtener una rentabilidad a partir de su actividad o, mejor dicho, vender más de lo que compra. Es evidente que esto es imposible porque el total de las ventas restado el total de las compras es igual a cero, entonces tiene que existir un motivo por el cual uno de los locales esté dispuesto a renunciar a su rentabilidad. Este motivo puede ser que el local sea muy rico y decida comprar muchos bienes para el dueño y sus empleados, esté invirtiendo para ampliarse o se esté stockeando para ventas futuras.
El mundo funciona igual, hay países con diferentes ofertas de bienes y servicios, diferentes capacidades comerciales y diferentes patrones de consumo externo, por lo que hay países que tienden a comprar más de lo que venden y países que tienden a vender más de lo que compran. La diferencia entre el total de ventas al exterior y el total de compras del exterior es lo que llamamos Balanza Comercial.
Todos escuchamos hablar muchas veces de balanza comercial y hasta algunos seguramente tienen muy claro lo que es. En realidad el concepto es muy simple, pero adentro encierra numerosas variables, soluciones y problemas que lo vuelven un poco más jugoso que la simple ecuación de X – M.
Para empezar, deberíamos preguntarnos por qué es importante la balanza comercial. Si bien es obvio en el ejemplo del Shopping, no es tan evidente si lo pensamos desde un punto de vista monetario. Si todos los países comercializarían en sus propias monedas es muy probable que los tipos de cambio de los países más comerciales fluctuarían caóticamente en el cosmos del mercado y esto volvería imposible el comercio. Solamente imagínense el mensaje del banco informándonos que por el pago del contenedor que acabamos de enviar a Colombia nos llegaron 45 pesos, 5630 dólares, 400.560 yenes, 4000 yuanes, 7665 euros, 3454 dólares canadienses y 500 soles. Por esta razón y por motivos históricos los cuales no desarrollaremos hoy, se acordó tácitamente que el comercio se desarrollaría en dólares estadounidenses (USD). Esto da un valor de referencia a los bienes y servicios que se comercializan a nivel mundial. Así como casi todos los países al vender reciben dólares, necesitan de esa misma divisa para realizar una compra del exterior; por lo tanto acá surge el primer inconveniente de la balanza comercial y la importancia de la misma. Tener una balanza comercial negativa supone tener una pérdida de la divisa necesaria para seguir manteniendo ese nivel de consumo externo, para poder mantener ese nivel los países tienden a endeudarse generando obligaciones que solo son posibles de pagar revirtiendo la situación y logrando una balanza comercial positiva o tomando más deuda de otra fuente.
Al ser un acuerdo tácito hay países que no lo respetan. Gran parte del comercio mundial se desarrolla en otras monedas, pero solamente cuando alguna de las partes involucradas en el intercambio comercial es el emisor de esa divisa. El caso más común es el del comercio con la Unión Europea, cuyas empresas a veces envían y reciben Euros del exterior. Esta práctica también es desarrollada por Japón, pero solo cuando recibe pagos.
La problemática del emisor de la moneda es muy importante porque determina el patrón de comercio mundial alrededor de la estructura monetaria norteamericana, o sea, de las decisiones de la Reserva Federal. Esto determina uno de los principales elementos de poder de Estados Unidos y lo posiciona como eje central del comercio mundial, porque es el único local en todo el shopping que emite papelitos con los cuales todos los demás locales se compran y venden entre ellos. Y no solo eso, si no que además determina su valor.
Pero además esto encaja directamente con el mercado financiero, o sea, el mercado de deudas. La gran mayoría de las deudas externas de los países mundiales están expresadas en dólares, por la confianza que este genera. Que estén expresadas en una u otra moneda no es algo menor, justamente por el mismo motivo que mencionamos en el párrafo anterior. Por lo tanto los países con deudas en dólares necesitan de esa misma divisa para pagar esa deuda, en otras palabras, necesita una balanza comercial positiva para tener un ingreso genuino de divisas para el pago de deuda.
Viéndolo así, es muy importante para el patrón de comercio internacional actual que Estados Unidos coloque deuda en otros países y que tenga una balanza comercial negativa, equilibrando a aquellos países con balanzas positivas para mantener el caudal de divisa norteamericana en el resto del planeta, aunque por lo general se ocupan más del primer método que del segundo.
En términos generales, a mi entender, el comercio mundial gira alrededor de 4 ejes:
1 – Estados Unidos: Es el dueño del medio más común de intercambio y uno de los países que más valor exporta al resto del planeta.
2 – La UE + Japón: Europa y Japón también tiene una moneda de intercambio, pero es poco usada en transacciones donde el bloque del viejo continente y el país asiático no tengan participación. También son exportadores de valor agregado.
3 – China: El motor de su economía siempre fue la potencialidad de su mercado interno, pero fundamentalmente la competitividad en costos respecto del resto del planeta para exportarles desde alfileres hasta reactores nucleares.
4 - Resto de los BRICS: Brasil, Rusia, India y Sudáfrica son países con gran cantidad de población, abundantes recursos naturales y amplios territorios, características que por lo general no poseen el resto de los países del mundo. En los últimos años han logrado desarrollos sorprendentes y altísimas tasas de crecimiento, lo que los posiciona como competidores en el área industrial y exportadores naturales de recursos primarios.
Los tres primeros ejes son compradores de materias primas debido a la necesidad que tienen de ellas para mantener su estructura industrial y el nivel de consumo interno. El cuarto eje y el resto de los países del mundo por lo general son exportadores de commodities y compran bienes de capital o de gran valor de los países de los tres primeros ejes.
Estados Unidos es el país con mayor cantidad de deuda externa en el mundo, pero como decía un gran amigo mío, lo importante no es el tamaño de la deuda, si no su capacidad de pago. Estados Unidos tiene la deuda EN DOLARES más grande del mundo, pero el mismo es emisor de su propia divisa de deuda, por lo tanto es eternamente solvente en términos de deuda externa. Esto es lo que retroalimenta la confianza en el dólar porque “Estados Unidos siempre paga”, lo que fortalece nuevamente el poder de una moneda confiable, estable en términos de valor nominal y real y que siempre cumple.
En última instancia, todos fabricamos empanadas y debemos pizzas, mientras que Estados Unidos debe pizzas y es el único que fabrica pizzas, lo cual es, en última instancia, lo que legitima su poder económico, político y comercial.
Un saludo!
Alejandro Tomás Scasserra



Aclaración: La Balanza total de entrada y salida de divisas de un país se llama Balanza de Pagos,la cual incluye pagos de utilidades empresarias, balanza de servicios, pagos de intereses, gastos de residentes y no residentes, etc; pero en el artículo nos limitamos a la balanza comercial para entender la incidencia del dólar norteamericano en el comercio mundial de bienes.

sábado, 10 de noviembre de 2012

Amo y Señor de la Política Cambiaria



Trabajar en un Banco muchas veces puede ser un poco vacío si nos limitamos a pensar que la funcionalidad de uno no es entender el porqué de sus acciones, sino simplemente ejecutar una serie de programas informáticos y procesos engorrosos de carga de datos mientras vemos como pasan por nuestros ojos millones de dólares. Sin embargo fuera de la cotidianeidad de los hechos encontramos una serie de instrumentos que no están ahí simplemente para alimentar el crecimiento de las utilidades extraordinarias del capitalista financiero, sino que además esta ahí para mantener un orden económico que mueve la preciada aguja del comercio internacional y, por lo tanto, también mueve la aguja de la balanza comercial, de la rigurosidad de las medidas contra el dólar, del nivel de consumo interno en el país, del tipo de cambio diario y de la deuda externa del país, entre otros.

Hablar estos  instrumentos puede ser muy interesante, pero el análisis jurídico de las normas del BCRA me aburre un poco. Sin embargo hay una serie de efectos que producen esas normas que hacen en su conjunto al caudal del chorro de dólares que proviene del exterior. Por ejemplo:
- Los importadores no pueden enviar pagos anticipados al exterior si tienen algún anticipo pendiente de regularización.
- Los importadores no pueden girar divisas al exterior si no tienen la DJAI aprobada. La DJAI es un instrumento de AFIP para controlar el volumen y las características de los bienes que ingresan al país.
- Los exportadores que no ingresan las el total de las divisas correspondientes a un determinado embarque no pueden cobrar reintegros de NINGUN embarque, hasta que regularicen la situación.
- Los exportadores tienen 15 días, una vez que ingreso la divisa en el país, para negociarla en el mercado de cambios y liquidar el equivalente en pesos en su cuenta.
Normas hay muchas y acá simplemente mencione algunas que tienen que ver con dos temas fundamentales para el BCRA: que se importe lo menos posible y solamente lo que se considere que debe ingresar en el territorio nacional y que de todo lo que se exporte ingrese al país el 100% de las divisas.

El motivo de esta ecuación es mantener la balanza comercial lo más superavitaria posible y controlar el nivel de bienes extranjeros en el país para evitar la competencia con los productos nacionales.





La gran caja verde del BCRA

A través de sus mercenarios llamados “bancos comerciales”, el Banco Central de la República Argentina es amo y señor de todos aquellos dólares que no sean de un agente privado, o sea que tiene alcance sobre toda la circulación de “verdes” en el mercado oficial. Todo exportador que ingresa dólares en el país tiene la obligación de darle los dólares al BCRA y este le otorga el equivalente en pesos, todo importador que desee pagar al exterior le da pesos al BCRA y este envía su equivalente en dólares a su proveedor del exterior, toda persona o empresa que compre o venda un dólar en el mercado oficial se lo compra y se lo vende al BCRA.

¿Pero para que quiere tantos dólares el Banco Central? 

La primera observación que debo hacer de mi burda pregunta es que el BCRA no “quiere” dólares, sino que los “necesita”. El porqué de la restricción al Mercado Único y Libre de Cambios (que no es único ni libre) está explicado mucho mejor en mi artículo "Dólar: Nada de Deuda, Nada de Santos o Demonios", pero vamos a repetir una serie de variables que influyen en esta “necesidad”:



- La inflación de los últimos años deterioró el tipo de cambio real; o sea que aumentaron los precios relativos de los bienes nacionales con respecto a los extranjeros. En otras palabras, se abarataron las importaciones y encarecieron las exportaciones lo cual inclina la balanza hacia una fuga mayor de divisas.
- El aumento de precios y las bajas tasas de interés pasivas de los bancos (las tasas de plazos fijos, por ejemplo), llevaron a que los individuos tuvieran dos opciones: consumir o refugiarse en el tesoro norteamericano. La opción B dejó de ser viable para el BCRA por el deterioro sufrido del tipo de cambio real descrito en el punto anterior.
- En 2012 se pagaron más de 7.000 millones de dólares en deuda externa, alfa y omega de esta política de balanza comercial superavitaria.
- Dada la demanda de dólares, para evitar que aumente el precio del mismo en el mercado oficial, el BCRA gastaba toneladas de papelitos norteamericanos para “esterilizar” el tipo de cambio. Imagínense que si todo el mundo sale a comprar dólares y el BCRA no provee los mismos, la cantidad de billetes se acaba rápidamente y el precio del dólar empieza a subir estrepitosamente.

Y como todo en economía esta relacionado y todos “vivimos revolcados en un merengue y en un mismo lodo”, llegamos otra vez al mismo tema: La Inflación.
Tanto se habla de este tema y tantas opiniones encontradas existen sobre el origen y la causa de la inflación que al final estamos todos confundidos. Mi conclusión y mi análisis ya lo conocen y cada uno puede creer lo que quiera. Lo único seguro es que no existe una única versión y entonces tenemos un severo problema: no nos ponemos de acuerdo en cual es el origen de todos los males económicos que tiene nuestro país y entonces no se sabe que es lo que hay q atacar.

La inflación es la causa de la restricción al dólar, de la falta de inversión, de la depreciación del salario, de la retracción del consumo, de la puja distributiva, de tasas de interés exorbitantes, de un INDEC mentiroso y de la mirada desaprobadora de la comunidad internacional. En esta ensalada de variables parece nuevamente el encargado de que no se desbaraten los logros conseguidos durante los años de Néstor: El BCRA tiene la misión de al menos sostener las reservas que supo ganar a través de una economía con exportaciones realmente competitivas en años anteriores y que ahora se sostienen a través de las distorsiones al mercado cambiario impuestas por este ente de regulación financiera. 

Una vez un amigo me dijo “el presidente del banco central debe ser siempre pelado, porque con ese estrés se le debe caer el pelo”, yo apoyo ese comentario, pero parece que Marcó del Pont por ahora se mantiene invicta. Ya se que tiene poco pelo, pero todos sabemos que es por simplemente por una cuestión de look, y si no me creen miren que contenta que está:


Saludos!

Alejandro Tomás Scasserra

sábado, 29 de septiembre de 2012

La excusa de los 60 pirulos.

Primero que nada les debo pedir disculpas a todos mis lectores por el tiempo que ha pasado sin subir ninguna publicación en los últimos meses. He estado con muchas actividades y a veces se me vuelve difícil encontrar espacios para escribir. Es por esto que he decidido retomar las actividades en el blog con posts más cortos y cada tanto alguno más larguirucho y siguiendo con esta linea procedo a comentarles de que tratará la publicación del día de la fecha: El Billete de Evita.

Si bien aun no he tenido la oportunidad de verlo si es que ya está en circulación, dudo que ese momento se haga esperar demasiado y por lo tanto, y anteponiendome a lo hechos, procederé a realizar mi análisis al respecto.

El Gobierno Nacional nunca hizo cosas porque “estaba copado”. Cada vez que conmemoro algo o tomo una determinada decisión ocacional fue por un trasfondo económico o político y el billete de Evita no es la excepción.

Si bien ustedes ya sabrán que yo soy un convencido de que la emisión monetaria no es intrínsecamente inflacionaria, es cierto de que en el juego de las especulaciones que ensalza nuestro querido y odiado sistema capitalista la expectativa de los agentes de una determinada economía tiene que ver en gran medida con el desarrollo de la misma. En otras palabras: si los gentes esperan inflación y creer que gran cantidad de emisión es inflacionaria, entonces probablemente lo sea si los hechos lo demuestran.

¿Que puede ser este hecho que lo demuestra? Hace no mucho leí en un diario que al billete de Roca le quedan pocas letras para culminar su numeración. Imagínense los medios hablando de que se terminó la numeración de los billetes de 100 pesos y hablando de la desmesurada emisión monetaria llevada a cabo por un gobierno “irresponsable con una nefasta política de derroche”.

Ahora miremos la numeración del billete presentado por Cristina, ubicada en la parte superior derecha o en la parte inferior izquierda del mismo.



Evita será una de las personalidades más influyentes de nuestro país, pero no comamos vidrio: el billete de Evita se sacó para que no ocurra el caos mediático y especulativo de que Roca se quede sin numeración y de esta manera disponer nuevamente de todas las letras del abecedario para seguir con la politica económica llevada a cabo por el gobierno nacional.

Así que sin más que decir les dejo mi pequeño análisis de esta situación.

Saludos!

Scasserra Alejandro Tomás

domingo, 10 de junio de 2012

Dolar: nada de deuda, nada de santos o demonios




Hay muchos temas interesantes para hablar de economía, a lo largo y ancho del globo hay millones de individuos enfrentándose permanentemente con cuestiones que tienen que ver con la macro y la microeconomía, sin embargo si no charlamos de esto hoy me quedo out muchachos.

No me malinterpreten, el tema del dólar en Argentina es foco de análisis de muchos especialistas que incluso no son de este país, pero la realidad es que hemos recibido un aluvión de opiniones en estos tiempos que ya confunden un poco la percepción del ciudadano común y no tan común; es por eso que voy a tratar, desde mi perspectiva, de aclarar un poco el panorama y explicar mejor que es lo que está pasando.

Volviendo al “aluvión de opiniones”, debo decir que, si bien trate de escaparme un poco de los medios, las palabras que escuche yendo de los “ultrak” hasta los “ultraantiK” me parecieron todas vacías de contenido: todos santifican o endemonizan al gobierno, pero nadie explica el porqué de toda esta movida.

Escuche estupideces como  “la compra de dólares es lo que undió a este país” hasta “Cristina quiere los dólares para ella”, y ni hablar de la ridiculez contrapuesta del bocón de Fernandez o los cacerolazos en los barrios porteños. 


Que es lo que está pasando?

Desde que hablé de la Mutación de Cristina, siempre sostengo la misma premisa: dentro de la lógica K, la medida es necesaria. La dinámica argentina desde el 2003 (y obviamente desde antes también) gira en torno a la deuda externa. Nos guste o no, el fantasma de las deudas en divisa extranjera es un roedor imperceptible que anda mordiendo los bolsillos de todos los argentinos. Tipo de cambio competitivo, industrialización, liquidación de las divisas de los exportadores, control de la AFIP y del BCRA, fomento del consumo; son solo algunos títulos de un modelo basado en el atesoramiento del gobierno nacional de la mayor cantidad de dólares posibles para el pago de deuda externa (primero la impresentable deuda tomada por la administración de Menem en los 90 y ahora la adquirida por el sector privado y público argentino de los últimos 10 años que es, obviamente, mucho menor a la primera en términos reales (deuda vs. PBI)).

La mayoría de la gente minimamente objetiva (o sea, dejando de lado los que piensan que los K quieren robarse los dólares o los que piensan que Cristina es la Virgen María) considera que el gobierno bloqueó la compra de dólares porque quiere o necesita los dólares de los ahorristas para pagar los vencimientos de la deuda que se vienen ahora a mitad de año, ese argumento es lógico pero no es del todo verídico. El ahorro minorista en divisa extranjera (más conocido como fuga), si bien alcanza a buen número de la población, no mueve la aguja del precio del dólar o el nivel de reservas y además restrigir el mecado cambiario minorista tiene un costo político muy alto en relación al beneficio obtenido para el oficialismo, lo que realmente influye sobre estos elementos son los capitales financieros y la compra de dólares para la importación. Siendo de esta manera… ¿entonces por qué la restricción total a la compra de divisa?

El motor “made in Keynes” adquirido por el aparato gubernamental argentino de la era K funciona con un combustible llamado consumo. Este consumo movilizo la producción y la inversión nacional durante los mejores años de Néstor y Cristina. Sin embargo habiendo llegado al nivel de pleno empleo que tantas veces explicamos en este Blog, la inversión no fue suficiente y la inflación socavó los cimientos del modelo: los especialistas preveen una caída en el consumo para lo que resta del año.

Entonces llegamos a un escenario complicado en el cual tendrán total lógica las armas que esgrimió el gobierno: Dólar barato, Inflación 25% / 30% (deterioro del peso), retracción del consumo (se achancha el motor), pago de deuda externa. ¿Como reactivo el motor y al mismo tiempo sigo corriendo la carrera? Hago que la gente no pueda ahorrar más. Casi sádico, pero eficiente. Con el bloqueo de la compra de dólares no solo el central se queda con esa divisa (que repito, tampoco es tanta), si no que los asalariados no tienen capacidad de ahorro. No creo que nadie este dispuesto a quedarse con los pesos que pierden valor a cada momento que pasa, por lo tanto el asalariado empezará a destinar la parte de su recibo de sueldo que hace un mes era para el ahorro, al consumo y así darle combustible nuevamente al modelo.

Entonces llegamos a la conclusión de este artículo. No es ni la falta de dolares en el Banco Central (por más de que falten realmente), ni tampoco es que la compra de divisa extranjera unde a un país. Todo se produce porque la perdida de valor del peso lleva a la población a resguarsarse en un activo que no pierda valor o pierda menos valor que el medio de cambio que percibe por su trabajo, renta o ganancia. El modelo económico argentino del consumo y superavit gemelos no puede permitir que eso pase y es por eso que debe "reacelerar" aparato productivo y ha optado por esta medida obligando al trabajador a cambiar consumo futuro (ahorro) por consumo presente.

Coincido en un argumento que esgrimió el gobierno al decir que Argentina tiene una tendencia irracional a irse al dolar, pero también es cierto que esto se produjo por una experiencia histórica de inestabilidad económica y monetaria. También considero que la medida adoptada por el aparato económico K es sumamente astuta y que dará resultados favorables a lo largo del año. Finalmente considero que la medida esconde un miedo a que se dispare la inflación: Las paritarias en muchos sectores no llegaron ni por asomo al nivel de inflación, y la medida claramente beneficia a la rentabilidad de los empresarios que verán aumentar nuevamente la demanda sin necesidad de aumentar sus costos en salarios (lo cual es mentira porque como digo siempre la inflación no se produce por costo de salario ni por crecimiento de demanda). La medida perjudica tanto a los trabajadores como a los sectores más pudientes que desean ahorrar en un activo estable en términos de valor.

La medida va en contra de la voluntad de la población, pero es funcional al modelo y sin lugar a dudas dará más combustible al motor del modelo oficialista.

Nadie dice esto pero es la verdad. Nada de deuda, nada de santos o demonios. La clave es mantener el consumo para potenciar la producción, la industria, el crecimiento del PBI y cerrarle la boca nuevamente a los especialistas que preveen estadísticas nefastas para los estrategas K, eso si, a costa de los ahorros de la población.

Un saludo!