Trabajar en un Banco muchas veces puede ser un poco vacío si
nos limitamos a pensar que la funcionalidad de uno no es entender el porqué de
sus acciones, sino simplemente ejecutar una serie de programas informáticos y
procesos engorrosos de carga de datos mientras vemos como pasan por nuestros
ojos millones de dólares. Sin embargo fuera de la cotidianeidad de los hechos
encontramos una serie de instrumentos que no están ahí simplemente para
alimentar el crecimiento de las utilidades extraordinarias del capitalista
financiero, sino que además esta ahí para mantener un orden económico que mueve
la preciada aguja del comercio internacional y, por lo tanto, también mueve la
aguja de la balanza comercial, de la rigurosidad de las medidas contra el dólar,
del nivel de consumo interno en el país, del tipo de cambio diario y de la
deuda externa del país, entre otros.
Hablar estos instrumentos puede ser muy interesante, pero
el análisis jurídico de las normas del BCRA me aburre un poco. Sin embargo hay
una serie de efectos que producen esas normas que hacen en su conjunto al
caudal del chorro de dólares que proviene del exterior. Por ejemplo:
- Los importadores no pueden enviar pagos anticipados al
exterior si tienen algún anticipo pendiente de regularización.
- Los importadores no pueden girar divisas al exterior si no
tienen la DJAI aprobada. La DJAI es un instrumento de AFIP para controlar el
volumen y las características de los bienes que ingresan al país.
- Los exportadores que no ingresan las el total de las
divisas correspondientes a un determinado embarque no pueden cobrar reintegros
de NINGUN embarque, hasta que regularicen la situación.
- Los exportadores tienen 15 días, una vez que ingreso la
divisa en el país, para negociarla en el mercado de cambios y liquidar el
equivalente en pesos en su cuenta.
Normas hay muchas y acá simplemente mencione algunas que
tienen que ver con dos temas fundamentales para el BCRA: que se importe lo
menos posible y solamente lo que se considere que debe ingresar en el
territorio nacional y que de todo lo que se exporte ingrese al país el 100% de
las divisas.
El motivo de esta ecuación es mantener la balanza comercial
lo más superavitaria posible y controlar el nivel de bienes extranjeros en el
país para evitar la competencia con los productos nacionales.
La gran caja verde del BCRA
A través de sus mercenarios llamados “bancos comerciales”, el
Banco Central de la República Argentina es amo y señor de todos aquellos dólares
que no sean de un agente privado, o sea que tiene alcance sobre toda la
circulación de “verdes” en el mercado oficial. Todo exportador que ingresa dólares
en el país tiene la obligación de darle los dólares al BCRA y este le otorga el
equivalente en pesos, todo importador que desee pagar al exterior le da pesos
al BCRA y este envía su equivalente en dólares a su proveedor del exterior,
toda persona o empresa que compre o venda un dólar en el mercado oficial se lo
compra y se lo vende al BCRA.
¿Pero para que quiere tantos dólares el Banco Central?
La primera observación que debo hacer de mi burda pregunta
es que el BCRA no “quiere” dólares, sino que los “necesita”. El porqué de la
restricción al Mercado Único y Libre de Cambios (que no es único ni libre) está
explicado mucho mejor en mi artículo "Dólar: Nada de Deuda, Nada de Santos o Demonios", pero vamos a repetir una serie de
variables que influyen en esta “necesidad”:
- La inflación de los últimos años deterioró el tipo de
cambio real; o sea que aumentaron los precios relativos de los bienes
nacionales con respecto a los extranjeros. En otras palabras, se abarataron las
importaciones y encarecieron las exportaciones lo cual inclina la balanza hacia
una fuga mayor de divisas.
- El aumento de precios y las bajas tasas de interés pasivas
de los bancos (las tasas de plazos fijos, por ejemplo), llevaron a que los
individuos tuvieran dos opciones: consumir o refugiarse en el tesoro
norteamericano. La opción B dejó de ser viable para el BCRA por el deterioro
sufrido del tipo de cambio real descrito en el punto anterior.
- En 2012 se pagaron más de 7.000 millones de dólares en
deuda externa, alfa y omega de esta política de balanza comercial
superavitaria.
- Dada la demanda de dólares, para evitar que aumente el precio
del mismo en el mercado oficial, el BCRA gastaba toneladas de papelitos
norteamericanos para “esterilizar” el tipo de cambio. Imagínense que si todo el
mundo sale a comprar dólares y el BCRA no provee los mismos, la cantidad de
billetes se acaba rápidamente y el precio del dólar empieza a subir
estrepitosamente.
Y como todo en economía esta relacionado y todos “vivimos revolcados
en un merengue y en un mismo lodo”, llegamos otra vez al mismo tema: La
Inflación.
Tanto se habla de este tema y tantas opiniones encontradas
existen sobre el origen y la causa de la inflación que al final estamos todos
confundidos. Mi conclusión y mi análisis ya lo conocen y cada uno puede creer
lo que quiera. Lo único seguro es que no existe una única versión y entonces
tenemos un severo problema: no nos ponemos de acuerdo en cual es el origen de
todos los males económicos que tiene nuestro país y entonces no se sabe que es
lo que hay q atacar.
La inflación es la causa de la restricción al dólar, de la
falta de inversión, de la depreciación del salario, de la retracción del
consumo, de la puja distributiva, de tasas de interés exorbitantes, de un INDEC
mentiroso y de la mirada desaprobadora de la comunidad internacional. En esta
ensalada de variables parece nuevamente el encargado de que no se desbaraten
los logros conseguidos durante los años de Néstor: El BCRA tiene la misión de
al menos sostener las reservas que supo ganar a través de una economía con
exportaciones realmente competitivas en años anteriores y que ahora se sostienen
a través de las distorsiones al mercado cambiario impuestas por este ente de
regulación financiera.
Una vez un amigo me dijo “el presidente del banco central
debe ser siempre pelado, porque con ese estrés se le debe caer el pelo”, yo
apoyo ese comentario, pero parece que Marcó del Pont por ahora se mantiene
invicta. Ya se que tiene poco pelo, pero todos sabemos que es por simplemente por una cuestión de look, y si no me creen miren que contenta que está:
Saludos!
Alejandro Tomás Scasserra
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